Vade Retro : Conmemoración 22 de abril

Quisiera disculparme de antemano. La entrada estaba programada para el 22 de abril; sin embargo por situaciones personales puedo subirla hasta hoy. El texto está contextualizado en el Día de la Tierra.

Nuestra Madre Tierra

Todos tenemos una conexión profunda con nuestra madre. Ella nos llevó en su vientre durante muchísimo tiempo, más del que imaginamos. Durante miles de años nuestras almas han reposado en el seno de la Madre Tierra.

Decía en la Biblia que no somos más que polvo y al polvo volveremos. Más allá de la religión, es una metáfora de quienes somos realmente. Venimos desde las entrañas de la naturaleza, nacemos de la tierra y volvemos a ella tarde o temprano.

Nací en una mañana lluviosa del 22 de abril, día en que se conmemora a nuestra maravillosa Madre. Me ha parecido un privilegio que nuestra Madre haya escogido compartir su día conmigo y me haya permitido tener una conexión profunda con ella. Hoy especialmente lo celebramos en medio de prados y flores.

Recuerdo que cuando era niña corría hacia el mar y al llegar sabía que me encontraba en casa, tenía la certeza de que mi Madre me esperaba en las olas con brazos abiertos.

Sé que muchos de mis hermanos y hermanas se han insensibilizado ante la belleza de la Tierra. Viven como el sombrerero en el país de las maravillas: siempre atrapados en la misma rutina; es como si el reloj no avanzara para ellos. Son pocos los seres humanos que observan lo efímero de una flor o de un copo de nieve, es como si el mundo fuese únicamente artificial.

Nuestra Madre es un todo y nosotros la completamos. Somos sus hijos y debemos amarla en lugar de explotarla y abandonarla, así como ella sigue brindándonos oxígeno sin rencor alguno. Nuestro deber buscar la manera de convivir en paz, ya que somos hermanos y hermanas. Es hora de conectar nuestras almas, es momento de despertar y cuidar a nuestra Madre que enferma cada día más.