Durante mis andanzas a lo largo del país, me he percatado de que existen muchas cosas bellas; sin embargo no todos gozamos de ellas.
Soy estudiante y por ello viajo en bus. Cuando realizo mi recorrido todas las mañanas, observo gran cantidad de lugares, todos poseen semenjanzas y diferencias. Logro apreciar distintas personas de todas las clases sociales. Ello me permite reflexionar cuan desigual es nuestro universo.
Me declaro culpable de ser participe del capitalismo que reina en Barrio Escalante. Las calles son lindas, el ambiente es agradable y todo lo que se consume parece proveerte de cierto poder adquisitivo, mas es un sentimiento ilusorio. Tan cerca de los comercios, en la misma capital se encuentran lugares como la zona roja. El choque entre ambos mundos es bastante fuerte; sin embargo muchas veces cerramos los ojos ante uno de ellos y soñamos con el otro.
Quise realizar una reflexión, ya que hace unos días tuve la oportunidad de ir a un poblado que ha sido marginado. Una cosa, es mirar los tugurios desde el bus y apartar la mirada. Las cosas cambian cuando debes bajar y afrontar la necesidad, la pobreza. Estas experiencias nos permiten sumergirnos en la realidad y despertar.
A continuación, se encuentran tres historias (escritas por mi persona) con una breve información sobre cifras y logros en la lucha contra la pobreza:
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