Cuando éramos niños existíamos en una
dimensión donde solo soñábamos, sin preocuparnos realmente por nada. No
temíamos al futuro, tampoco existían las presiones de la sociedad que nos
agobia. El mundo era un lugar simple pero a la vez mágico y extenso.
Yo
era bailarina de ballet. Recuerdo que cuando me presentaba en aquel escenario
enorme, mis piecitos danzaban sin miedo alguno y yo sonreía a un público que
aclamaba mi gracia infantil. Daba volteretas sin preocuparme si eran a la
izquierda o a la derecha, porque en aquel momento, no existía el miedo a que me
juzgaran.
Cuando
empecé a crecer, las dudas inundaron mi ser. Ya no era tan sencillo como dar
vueltas y vueltas, el público esperaba algo más. Entonces, cuando mi gracia
infantil se convirtió en la gracia de una bailarina, una terrible enfermedad
azotó mis pequeños pies y mi sonrisa fue tragada en un mar de migraña. Poco a
poco, mis músculos comenzaron a ceder y mi cuerpo ya no se pudo levantar más. Dejé
de bailar.
Pasaron
los años, mi cuerpo recobró su fuerza y mis músculos comenzaron a mejorar; sin
embargo el ballet había quedado en el olvido. Con el tiempo, empecé la búsqueda
de lo que sería mi vocación ¿qué escogería en la Universidad?
Por
azar o por destino y después de pensarlo muchísimo, decidí escoger Orientación.
Sentía que mi vocación se encontraba en el servicio, en la búsqueda del
bienestar del ser humano. Me sentía feliz; pero sabía que aún así faltaba algo.
En
uno de mis vaivenes por la Universidad, estuve en un curso de arte. Recuerdo
que el primer día en que fuimos al teatro, subimos al escenario a practicar.
Entonces, mi corazón se llena de una nostalgia que huele a rosas marchitas.
Mientras me encuentro acostada en medio de la práctica, abro los ojos y miro
las luces.
Mi
corazón rebosa de alegría, sonrío y mis ojos se llenan de lágrimas. Cuando es
mi turno de levantarme, observo el teatro, sus detalles. Junto a mis compañeros,
comienzo a bailar y por primera vez en
muchos años siento que estoy en casa.
Desde
mi experiencia personal, hasta el momento he logrado tener en una balanza ambas
situaciones: mi pasión y la carrera que estudio. Quisiera referirme al público
que juzga. Muchas veces, dejamos de lado nuestra vocación por los comentarios
negativos (no hay trabajo). Pero hay que ser como niños y seguir nuestro sueño;
sin embargo las decisiones vocacionales no deben tomarse a la ligera y también
hay que hacer uso de la razón.
Por
estos motivos, muchas veces es necesaria la Orientación Vocacional para la toma
de decisiones. De acuerdo con Educar Chile (2013), existen cinco pasos que pueden ayudar a una persona a
decidir sobre su elección vocacional:
- . Conocer sus intereses: Se comienza planteando cuáles son sus activiades favoritas. Se organizan en una lista y se desechan las que no se relacionan con una carrera. Las que sí pueden relacionarse con un área de estudio, se mantienen y se empieza la búsqueda para analizar cuáles son las más adecuadas para un contexto de estudio.
- . Informarse sobre las profesiones: Estar al tanto de las profesiones que tienen relación con los intereses antes mencionados. Se debe investigar del mercado laboral y tomar en cuenta el gusto por la profesión.
- . Explorar las áreas de estudio: Se debe estar informado a que área de estudio pertenece la carrera. El área de estudio, es una agrupación donde existen varias carreras que se relacionan en temática. Por ejemplo, las carreras de Educación. La idea es encontrar un área que se acople a los intereses propios.
- . Asignar un verbo: A los intereses del primer paso se les convierte en verbo. Por ejemplo: crear. Este verbo se relaciona a las posibles carreras por ejemplo: artes escénicas, arquitectura, artes plásticas.
- . Informarse siempre: Investigar en ferias de empleo, en las ferias de las universidades, encontrarse consciente del mundo actual. Buscar herramientas de Orientación Vocacional.
Referencias
Educar Chile. [educarchile]. (2013, Noviembre, 29). Serie Orientación Vocacional: Descubre tu Vocación. [Archivo de Vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=YLvwxQxYXSw
A continuación el vídeo donde aparecen los cinco pasos de la elección vocacional:
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